HISPALIS

Criterios sobre aspectos varios de la vida

HISPALIS, la sevilla romana

En el año 206 a. C., El general Escipión y sus ejércitos derrotaron a los cartagineses que defendían Spal (Sevilla) y estos tuvieron que retirarse a Gadir, dando inicio a la historia de Hispalis, la Sevilla romana, que se convirtió en una de las principales colonias del sur de la Península Ibérica. Nacía así uno de los centros industriales más importantes de la Bética. En el año 49 antes de Cristo ya poseía muralla, foro y construcciones que han logrado superar el paso del tiempo llegando hasta la actualidad.

Hispalis estaba atravesada, como era norma en las ciudades romanas, por dos ejes principales, uno con dirección Norte-Sur y otro Este-Oeste. El primero, el Cardo Máximo, se extendía por las calles Alhóndiga, Cabeza del Rey don Pedro y Abades para, posteriormente, comprender también la Calle San Luis, mientras que el segundo, el Decumano Máximo, trascurría desde la calle Águilas hasta la Alcaicería.

El foro, espacio público en las ciudades romanas dedicado a actividades administrativas, comerciales, financieras y religiosas, se creía que había estado situado en la que hoy es la Plaza de la Alfalfa; sin embargo, el hallazgo en 2005 de un gran aljibe en la Plaza de la Pescadería ha obligado a estudiar otras posibilidades. Así, junto a la Plaza del Salvador, se levantaría la basílica, un importante edificio civil utilizado para labores comerciales, financieras y judiciales, y cuyo emplazamiento ocupaba un lugar destacado en los foros romanos. Además, existiría un segundo foro comercial junto a la zona de la Catedral, cerca del río, en donde se levantaban unas notables atarazanas (establecimiento destinado a la construcción o reparación de embarcaciones).

Entre los restos romanos existentes en esta zona, se encuentran unos baños hallados en la calle Abades; el templo que se levantaba en la calle Mármoles y del que quedan allí tres columnas; o el espacio de artesanía y comercio encontrado bajo la Plaza de la Encarnación, en el que existía una factoría de garum, una salsa elaborada a base de pescado muy valorada en la antigua Roma. Antiguamente un brazo del río discurría cerca de la Plaza del Duque. La Encarnación dejaría de ser una zona comercial a finales del siglo I d. C. para convertirse en una zona residencial que prosperó hasta convertirse, en el siglo III d. C. como así lo atestiguan los mosaicos descubiertos en la primera fase de construcción de Metropol Parasol que dejó al descubierto restos visibles de gran parte del periodo romano.

La ciudad tuvo un importante interés económico para los romanos desde los inicios. Entre sus actividades, se encontraba la comercialización de mineral y de aceite. Una prueba de ello es que en la calle Francos se descubrió un edificio que parece ser una corporación de aceiteros. También el puerto, ubicado en el entorno de la actual Puerta Jerez, fue un espacio muy importante para la ciudad y una salida económica.

En el año 27 a. C., el primer emperador romano, Augusto dividió Hispania en tres provincias y se nombra capital de la Bética a la ciudad de Hispalis, también capital del conventus, una división administrativa de tamaño superior al de la actual provincia de Sevilla, al extenderse por parte de las actuales provincias de Huelva y Badajoz, hechos que ponen de manifiesto su importancia.

Templo en la calle Mármoles
Mosaico y restos de domus hayados en la Encarnación