AGRADECIMIENTOS

AGRADECIMIENTOS

En primer lugar, tengo que agradecer a:

  • Mi esposa, María Teresa Cortés Torres, por haberse ocupado de la gestión de la casa y de la familia mientras yo cumplía con el encargo recibido de mi suegro de “buscar los chicharrones”
  • A mis hijos Sandro, Marco y Vittoria
  • A la familia Pozzi, desde la distancia siempre presentes
MIS MAESTROS

Si nos trasladamos a los inicios de mi aprendizaje laboral, en los años 60 del siglo pasado, las enseñanzas se recibían principalmente a través del ejemplo que daba “el Maestro” a sus aprendices. Cada maestro tenía su “cuadernillo”, o modo de proceder, que solía ser el resultado de las experiencias vividas, de sus principios, de sus conocimientos técnicos y de sus habilidades para gestión de las personas. A lo largo de mi vida he recibido enseñanzas de un sin número de “Maestros”, los principales han sido:

  • Mis padres, por inculcarme los principios de responsabilidad, esfuerzo, ahorro, orden y limpieza en todos los aspectos de la vida.
  • Mi profesora de italiano, Bianchi, que no admitía el más mínimo error ortográfico penalizándolos sistemáticamente. Años 60
  • Mi profesor de Construcción, por poner en evidencia los riesgos principales de las obras.
  • Un ingeniero francés especialistas en el diseño y construcción de edificios, por sus lecciones sobre la construcción de prefabricados. Años 60
  • Bombardieri, por su innata habilidad en la gestión de las personas a su cargo. Años 60
  • Mis padres políticos por darme una clara visión de un modo de ver la vida diferente. Años 70
  • Mi mentor, D. Emilio Riva, fundador y líder del Grupo, siempre disponible a lo largo de cuatro décadas en la gestión de las empresas siderúrgicas de mi responsabilidad.
  • El “letrado de la empresa” D. Enrique Benítez Romero por sus buenos criterios durante tres décadas.
  • Los migrantes que regresaron a España con lo aprendido en Alemania y Suiza que, en sus funciones de operarios aventajados, y con sus conocimientos técnicos y organizativos, me mostraron la importancia de los pequeños detalles.
  • Zansai San, ingeniero japonés, por su paciente transmisión de la “calidad total”. Final de los 80 y principios de los 90.
  • Ángel Tobalinas, por su introducción a la gestión de organizaciones industriales con las técnicas LEAN. Principios del siglo XXI
  • Sara Gutiérrez, por su colaboración en la implantación de las materias psicosociales.
  • Carlos Castro e hijos, por su ayuda en ser coherente con las enseñanzas de mis padres.
  • A todas las personas que han trabajado en las organizaciones de mi responsabilidad que, en mayor o menor grado, han colaborado conmigo, incluso a aquellas que se negaban a cualquier cambio, puesto que me ayudaron a discernir los límites entre lo positivo y negativo.