CONVENCIMIENTO VS IMPOSICIÓN

CONVENCIMIENTO VS IMPOSICIÓN

Dejando al margen los actos reflejos, las personas exteriorizamos nuestra voluntad a través de las conductas, hábitos o comportamientos que son el fruto de la personalidad de cada uno. Los actos voluntarios del ser humano parten del convencimiento previo sobre su idoneidad, conveniencia y/o necesidad, aunque es evidente que cuanto más profundo sea el convencimiento, mayor será la coherencia mostrada entre los planteamientos teóricos y la efectividad de las conductas.

Esta convicción es el resultado de la aplicación de la lógica y de la razón. La persuasión a través de la imposición, o mediante la disciplina operativa, se produce en los supuestos en los que el receptor del mensaje, o indicación, no está suficientemente capacitado para la comprensión de los argumentos. En estos casos, el emisor obliga al receptor a cumplir con la conducta necesaria, independientemente de que ésta pueda ser comprendida.

En cualquier caso, existen tres indicadores fundamentales de que existe convencimiento efectivo sobre alguna cuestión:

 

  • La persona convencida sobre las ventajas de alguna decisión, o actuación, da ejemplo con sus
  • La persona convencida sobre las ventajas de alguna decisión o actuación traslada su convicción a los demás.
  • La persona convencida lleva a la práctica sus certidumbres con decisión. Con ello se refuerza la coherencia del comportamiento con los objetivos de la Organización.

Es imprescindible que todos los miembros de la Organización tengan la seguridad y certeza de que la aplicación del método, y los instrumentos en él contenidos, son imprescindible para lograr sus objetivos.