




Los Estándares
El estándar es un concepto que se utiliza para nombrar a aquello que puede tomarse como referencia, patrón o modelo
Los estándares nos indican con datos el funcionamiento de un equipo, medio, instalación o útil. Si los procedimientos son el cómo se hace, los estándares son el cuánto. Estos patrones de actuación, comunicación, fabricación o construcción se definen como los márgenes, rangos u horquillas de normalidad estándar entre los que discurre la actividad, el funcionamiento, diseño o equipamiento de un determinado elemento, permitiendo un mejor conocimiento y control de éstos, y que han derivado de la fijación de los parámetros correspondientes por parte de los proyectistas, fabricantes, suministradores o constructores. De esta forma, todo lo que queda fuera de dichos márgenes se considera fuera del estándar y, por tanto, anormal.
En conclusión, los estándares derivan de los avances técnicos y han nacido con el objeto de que se disponga de un conocimiento conjunto, armónico y preciso de los parámetros de funcionamiento y con el fin último de obtener el mayor de los rendimientos en las mejores condiciones posibles, por lo que han de ser constantemente mejorados.
- El objetivo principal de los estándares es que los procesos sean seguros, fiables y en constante mejora que constituye un factor determinante para la competitividad de la Organización.
- Son una fuente de información técnica de las instalaciones que manejamos y de sus parámetros de funcionamiento, diseño o equipamiento.
- Normalizan y “parametrizan” los procesos y son una referencia pública de gran ayuda.
- Facilitan la supervisión de los procesos y de todas las actividades. Es una evolución de la supervisión directa.
- Permiten la mejora de los procesos de manera ordenada, progresiva y con los menores imprevistos.
- Permiten hallar de forma sencilla las causas de las eventuales anomalías.
- Definen, fijan y transmiten los márgenes o rangos normales de funcionamiento técnico de las instalaciones, diseño o equipamiento y, consecuentemente, marcan las situaciones de anormalidad.
- Cumplen con las exigencias de calidad, preventivas, medioambientales, energéticas u organizativas.
- Son elementos sujetos a una constante revisión, afino y mejora.
- Han de ser difundidos y conocidos por el grupo.
Los estándares se presentan con tres elementos:
- Un dato numérico de referencia
- Un parámetro
- Un rango u horquilla. Cuando definimos un estándar la horquilla está constituida por el espacio entre el límite máximo y mínimo de los parámetros
Una vez definido el estándar, mediante la utilización de los distintos métodos existentes, hemos de tener en cuenta que dicha definición ha de realizarse sobre la base de la previa diferenciación de dos situaciones.
Dos situaciones
Normalidad: actividades dentro del estándar
Anormalidad: situaciones fuera del estándar
- Existencia o probabilidad de daños materiales o personales.
- Emergencia: situación fuera del estándar que implica la existencia de un daño material o personal:
- Riesgos naturales como terremotos, inundaciones…
- Riesgos tecnológicos como incendios, accidentes de tráfico…
- Riesgos generales como las amenazas de bombas, …
- Peligro: situación fuera del estándar que implica el riesgo de que ocurra algún daño.
- Aviso: situación en los márgenes o extremos de los rangos
- Emergencia: situación fuera del estándar que implica la existencia de un daño material o personal:
- Inexistencia o falta de probabilidad de daños personales o materiales. Anomalías.
- Averías que generan mantenimiento general.
- Averías que generan mantenimiento excepcional.
- Aviso de posibles averías que generan mantenimiento preventivo.
- Existencia o probabilidad de daños materiales o personales.
actitud frente a los estándares y sus CARACTERÍSTICAS necesarias
- Capacidad de observación y minuciosidad para recabar los datos que permitan definir el estándar.
- Anticipación si existen indicadores o tendencias.
- Paciencia para hacer acopio de la información necesaria y para llegar al objetivo.
- Prudencia, puesto que en la fase inicial no se debe definir ningún estándar de funcionamiento, diseño o equipamiento excesivamente exigente. Los márgenes irán estrechándose progresivamente en la medida en la que se normalizan las situaciones.
- Espíritu de mejora. Hay que ir con paso corto al objetivo de fijar estándares de funcionamiento correctos que posibiliten los procesos seguros, fiables y en constante mejora.
- Constancia para mejorar el estándar de forma progresiva.
- Exactitud en el registro de los datos obtenidos.
Los estándares recogen información de referencia y se ha de comprobar constantemente si existe adecuación entre el estándar previsto y el real.
distintos métodos de definición existentes al establecer un estándar
- A partir de los estándares establecidos por el fabricante de los equipos.
Los conocimientos técnicos disponibles tanto de las personas, como los provenientes de los manuales de uso, instrucciones, etc. Estos manuales de uso o los propios proyectos pueden contener características intrínsecas de las máquinas que nos ayudarán a crear el estándar y que no son estándares.
- Comprobación técnica de los parámetros definidos por el fabricante.
- Difusión de los mismos y entrenamiento.
- Estudio de los registros.
- Fijación de prioridades de mejora.
- Acciones de mejora.
- Implementación de las mejoras.
- Comprobación de resultados.
- A partir de las experiencias propias y/o ajenas.
Las experiencias derivadas del uso de las instalaciones y la información entre los diversos departamentos constituyen otro método de determinación de estándares para unificar criterios.
- A partir de los estándares ajenos.
- Análisis comparativo o Benchmarking.
- Condiciones equivalentes.
- Variación de los estándares
La revisión sistemática de los procedimientos y protocolos aplicando la estadística y Pareto, da una visión detallada de la mejora continua y del grado de la mejora de los estándares.