Las personas son las protagonistas de las actuaciones en las organizaciones humanas. Detrás de la crítica a cualquier actuación está la crítica a una persona. Ante cualquier situación no deseada buscamos responsabilidades en otros.

Por otra parte, la meta de cualquier Organización son los procesos fiables, seguros y en constante. Por tanto, han de ser eficaces y eficientes a la hora de buscar ese fin. Se ha de ser consciente de que, el tiempo empleado en asumir los propios errores y corregirlos es infinitamente inferior al que se requiere para convencer al otro de que está equivocado para que rectifique. El ejemplo al rectificar es más útil que mil argumentos.

Evidentemente todas las personas disponen de reacciones racionales y de otras más impulsivas. En una Organización es obligado tomar decisiones basadas en la lógica. El instinto forma parte del ser humano, pero debe evitarse al actuar para lograr procesos seguros, fiables y en mejora continua. Para ello hay que eliminar, en la medida de lo posible, el componente personal irracional que introduce excusas, justificaciones o críticas basadas en antipatías o simpatías. En síntesis, ante cualquier situación, hay que aplicar la metodología teniendo presente cuál es el objetivo. Cuánto más apliquemos el método científico, y sus instrumentos racionales, menos espacio habrá para lo irracional.