LAS REPETICIONES

La repetición es un proceso natural que aparece muy pronto en el ser humano, cuando somos niños ensayamos constantemente las cosas que aprendemos, vemos o probamos por primera vez. Lo hacemos para interiorizar y comprender mejor lo aprendido. 

Es distinto repetir en nuestra mente para recordar algo, que hacerlo a través de la acción. Cuando se da una práctica repetida o entrenamiento, el aprendizaje es más duradero y consistente y ayuda a consolidar los procedimientos. A más repeticiones más experiencia. Se aprende haciendo y repitiendo.

El Método Kaizen (Kai: cambio, Zen: mejor) insiste en que, el proceso de evolución continua se basa en la repetición de pequeñas mejoras en el día a día. Cada miembro de la Organización debe implicarse y proponer ideas que fomenten dicha evolución y centrarse a diario en la eliminación de problemas y la optimización de los procesos de trabajo. Es por tanto un método sutil y progresivo.

La repetición de cambios pequeños es más eficaz que un único cambio radical. Nuestro cerebro desconfía de los cambios radicales, ya que los interpreta como un peligro potencial y los rechaza. Por lo tanto, para evolucionar es preferible desglosar un objetivo ambicioso en pequeñas tareas fáciles de realizar, su consecución fomenta en los individuos el orgullo y la motivación. La mejora continua alcanza la perfección mediante la repetición de pequeñas mejoras día a día.

Aplicar la lluvia fina constantemente, esto es, hacer referencia reiterada a la metodología para interiorizar los comportamientos adecuados buscando lograr la armonía de la Organización en su funcionamiento y en la mejora continua. Los estudios científicos suelen coincidir en que, para sustituir una conducta arraigada, son necesarias unas veinte repeticiones prácticas del nuevo. De ahí la exigencia de repetir, y hacer repetir con tesón y paciencia, evitando los reproches.  No se deben olvidar en estas reiteraciones las obviedades, que por ser evidentes suelen omitirse.