La profesionalidad es la actitud ética y competente de una persona en el ejercicio de una actividad, que está debidamente capacitada para desarrollar determinadas tareas y que cuenta con la experiencia y los medios necesarios para realizarlas. La profesionalidad se adquiere con el estudio y el aprendizaje. Debe de mantenerse actualizado en cuanto a los conocimientos generales y específicos de su actividad así como de los avances generales de su profesión, para seguir aportando servicio de calidad y actual.
Características:
El profesional es el que:
Querer hacerlo bien, de forma ética y ser exigente consigo mismo. La profesionalidad armoniza, aglutina, coordina, cohesiona, entrelaza y hace funcionar al resto de los instrumentos del método bajo un nombre y unos apellidos de tal forma que, sin profesionalidad, podríamos contratar a personas sin ninguna cualificación, darles la formación estándar correspondiente o usar robots.
De esta definición podemos extraer los tres conceptos que se relacionan con la profesionalidad:
En el ámbito de una Organización la profesionalidad es el patrimonio de las personas, es lo que complementa los procedimientos, las instrucciones y las normas. La profesionalidad es la formación e información atesorada, el bagaje de sabiduría, de experiencia, de capacidad, de honradez y de humildad de cada una de las personas. La profesionalidad es predicable con el trabajo individual y colectivo.