Adiestrar o entrenar es hacer que alguien adquiera habilidades o conocimientos para realizar una determinada cosa o ejercer una función

Según la definición de la RAE se trata del conjunto de actuaciones realizadas en condiciones reales, o casi reales, y que están dirigidas a poner en práctica los conocimientos teóricos adquiridos, y a comprobar la asimilación de éstos. En las Organizaciones el entrenamiento, adiestramiento y los simulacros tienen una función fundamental puesto que:

• • En la realidad del trabajo cotidiano es donde mejor se comprueba la asimilación de los conocimientos teóricos recibidos.
  • Durante el entrenamiento las personas adquieren los hábitos adecuados de cada tarea.
  • Un entrenamiento correcto puede suplir las carencias teóricas, mientras que mucha teoría sin práctica sirve de poco.
  • El entrenamiento permite a los responsables evaluar realmente la capacidad y la profesionalidad de las personas que están a su cargo.
  • Las materias impartidas durante las sesiones de formación teórica se olvidan si el entrenamiento no mantiene los conocimientos prácticos. (los programas informáticos que no se practican se olvidan, al igual sucede con los idiomas. Un gran pianista decía que, si dejaba de tocar un día, al día siguiente él lo notaba, si dejaba de tocar dos al tercero lo notaba su mujer y si dejaba de tocar tres, al cuarto lo notaba el público entendido)

En consecuencia, es muy importante establecer en una Organización una relación entre: 

• • Formación teórica
  • Entrenamiento
  • Práctica diaria

De tal forma, la formación debe tener presente el objetivo de su puesta en práctica por el destinatario, previo el entrenamiento correspondiente. En todo momento hemos de comprobar que el mensaje se comprende, en materia de seguridad con más empeño todavía. La comprensión incrementa la motivación por lo que es necesario asegurarse de que todos entienden por qué deben trabajar en forma segura. Cuando se alienta a los trabajadores se consigue que éstos repitan las actuaciones seguras.