RIESGOS PSICOSOCIALES

Los Riesgos Psicosociales

En el ámbito laboral se denomina psicosocial a la relación entre el trabajador y su entorno del trabajo. Por lo que los Riesgos Psicosociales son aquellos que pueden afectar a la persona. Generalmente son conocidos como “estrés” y pueden ser precursoras de enfermedad y cuyo origen está en el entorno social del trabajo, en la organización o en el desempeño de la tarea.

Generan respuestas de tipo:

  • fisiológico
  • emocional
  • cognitivo
  • conductual

El estrés, el acoso, el malestar físico y psíquico que sufren muchos trabajadores son resultado de una mala distribución de las tareas y no de un problema individual, de personalidad o que responda a circunstancias personales o familiares. Es prioritario evaluar y actuar de forma preventiva para evitarlos mediante la observación y el análisis.

La Ley de Prevención de Riesgos Laborales considera que la organización de los quehaceres forma parte de las condiciones de trabajo que influyen en la salud y seguridad de los empleados, por ello, las características de la gestión de las distintas ocupaciones deben ser evaluadas, controladas y modificadas. Los daños a la salud por riesgos psicosociales no son un problema individual y ha de hacerse prevención para todos.

Los principales riesgos psicosociales:

  • Exceso de exigencias psicológicas: cuando hay que trabajar rápido o de forma irregular, cuando se requiere que escondamos los sentimientos, callarse la opinión, tomar decisiones difíciles y de forma rápida
  • Falta de influencia y de desarrollo: cuando no tenemos margen de autonomía en la forma de realizar nuestras tareas, cuando la ocupación no da posibilidades para aplicar nuestras habilidades y conocimientos, o carece de sentido para nosotros, cuando no podemos adaptar el horario a las necesidades familiares, o no podemos decidir cuándo se hace un descanso
  • Falta de apoyo y de calidad de liderazgo: cuando hay que trabajar aislado, sin apoyo de los superiores o compañeros en su realización, con las tareas mal definidas o sin la información adecuada y a tiempo
  • Escasas compensaciones: cuando se falta al respeto, se provoca inseguridad, se dan cambios de puesto o servicio contra nuestra voluntad, se da un trato injusto, o no se reconoce el esfuerzo, el salario es muy bajo…
  • Doble presencia: el trabajo doméstico y familiar supone exigencias cotidianas que deben asumirse de forma simultánea a las del trabajo remunerado. A pesar de disponer de herramientas y normativa para la conciliación de la vida laboral y familiar, en muchos casos esta armonía no se produce. Las mujeres siguen realizando, y responsabilizándose, del trabajo doméstico y familiar, por lo que la doble presencia es más significativa en este colectivo.